Rocking for Jesus: punk, hip-hop y plegarias

Por Peter Hossli (texto) y Robert Huber (foto)

“No se le puede dejar toda la buena música al diablo”, dice Luke Callender, bajista de 20 años de una banda de heavy metal de Texas. Está haciendo música por Cristo en el Festival Cornerstone, en Bushnell, Illinois, el mayor encuentro anual de rock cristiano del mundo, donde unos 30.000 fans acampan durante una semana de punk, hip-hop y plegarias.

Ubicado justo en el centro de la región conocida como el “cinturón de la Biblia” de Estados Unidos, Cornerstone no se parece a ningún otro festival de música al aire libre. Hay pelos en puntas, brazos tatuados y narices con clavos. Pero aquí el rock and roll no va acompañado de sexo y drogas. Luego de los conciertos, los músicos vuelven a sus esposas en vez de terminar con sus fans (groupies).

“El punk no tiene necesariamente que ser anti-social”, dice Johnny Emmenheiser, líder de una de las bandas. “Los cantantes alaban a Dios a voz en cuello y cantan acerca de lo que llaman “El Holocausto Estadounidense”, que es como se refieren al aborto legal.

Es que el género del rock cristiano -la música del Señor- está en auge en este país. Cada año se venden casi 50 millones de discos de rock cristiano en los Estados Unidos. La cristiandad está en ascenso nuevamente entre los estadounidenses que se consideran cristianos renacidos o evangélicos.

Su líder espiritual es George W. Bush, uno de los presidentes más religiosos de la historia norteamericana. Termina sus discursos con las mismas palabras utilizadas por la mayoría de las 300 bandas de rock cristiano para finalizar sus conciertos: “Dios bendiga a los Estados Unidos”.

El organizador del festival, Dan Bawinkle, llama al presidente “un líder enviado por Dios para conducirnos en la guerra santa contra el islam”. Y dice también que en Cornerstone se reclutan los soldados para esa guerra.